Lo que nunca te cuentan sobre conducir en la ciudad
A veces no es el tráfico lo que complica el día, sino pequeños descuidos al manejar que terminan teniendo consecuencias más grandes de lo esperado. Conocer las normas y aplicarlas es la mejor forma de evitar dolores de cabeza.
Pequeñas acciones al volante que pueden ahorrarte problemas
Detenerse un segundo en el semáforo, respetar la cebra o revisar tus documentos antes de salir, son gestos simples que marcan la diferencia. La prevención siempre será más barata que la corrección.
Conducir con responsabilidad:
más que una obligación
No se trata solo de llegar a tu destino, sino de hacerlo de forma segura, sin contratiempos y cumpliendo con lo que la ley exige. Un buen conductor piensa en sí mismo y en los demás.

